martes, 20 de marzo de 2012

La casa de Julieta en Verona



Verona, el lugar que William Shakespeare escogió para situar la historia de amor más romántica jamás contada, se ha ganado el nombre de la ciudad de Romeo y Julieta. Millones de visitantes acuden cada año al “balcón de Giulietta”, donde la leyenda (y no la obra del británico) sitúan una de las escenas más conocidas de todos los tiempos.

La casa se encuentra en la vía Cappello nr. 23, a poquisimos metros de la Piazza delle Erbe. La casa por fuera realmente pasaría desapercibida si no fuera por el cumulo de turistas y enamorados que siempre se amontonan en la entrada.
Pese a que no existe ninguna evidencia de que los Capuleto vivieron en el número 27 de la Vía Capello, miles de mensajes de enamorados de todos los rincones del mundo inundan las paredes del atrio de Julieta: escritos en todas las lenguas, con declaraciones de amor y desamor, nombres unidos con corazones, juramentos para la eternidad o búsquedas desesperadas; todo un mureal del amor que confiere al espacio un ambiente más romántico aún. Los mensajes son tantos que es necesario limpiar los muros dos veces al año (el 13 de febrero, víspera de San Valentín, y el 15 de septiembre, antes del cumpleaños de Julieta). 
 

El edificio, que data del siglo XIII, fue el hogar de una familia veronesa llamada Capello. No está documentado que esa fuera la casa de la familia de Julieta, pero se dice que en plena época del romanticismo, muchos escritores peregrinaban a Verona sólo para ver la casa en la que se había recreado la historia de Shakespeare, que su vez se había inspirado en un relato que durante siglos recorrió Europa.

El éxito de la tragedia teatral fomentó que la casa de Julieta se convirtiera en un símbolo universal del amor, y por ello, el edificio ha sido restaurado en varias ocasiones. Tanto es así que el famoso balcón fue añadido a principios del siglo XX. Las obras de restauración, en 1935, a cargo de Antonio Avena. La ciudad consiguió hacer suya la frase de Shakespeare: “Nada hay fuera de las murallas de Verona” .



Una vez pasado este pasillo, se llega al atrio principal de la casa: un lugar a cielo abierto que es donde se encuentra el tan escenográfico balcón desde donde Julieta se asomaba a jurar amor eterno a Romeo. A los pies del balcón se encuentra la hermosa estatua de bronce realizada por el escultor italiano Nereo Costantini, que representa a Julieta en una romántica pose. Es tradición acercarse a la estatua de Julieta y tocar su seno. La leyenda dice que si lo haces regresarás a Verona o encontrarás el verdadero amor.



Desde el atrio principal, se puede entrar a la casa de Julieta:  en ella se encuentran numerosos muebles del siglo XVI y XVII, varios objetos de cerámica renacimental veronesa y muchos afrescos y cuadros que muestran escenas de la historia de Romeo y Julieta.


Siempre desde al atrio principal se puede acceder a un negocio de souvenir y artesanía muy colorido y particular.

Si visitas Verona, sea que hayas encontrado el amor o aún no, no dejes de visitar la Casa de Julieta… Y si por casualidad estarás en Italia el 14 de Febrero (día de San Valentín) o el 17 de Septiembre (día del cumpleaños de Julieta) trata de venir para Verona pues se organizan interesantes eventos en la casa de Julieta.
Además… sabías que puedes contraer matrimonio desde el balcón de la casa de Julieta? Una boda civil, por un precio de entre 600 y 1.000 euros (dependiendo de la procedencia de los enamorados) el ayuntamiento de la ciudad ha encontrado una romántica (y lucrativa) manera de casarse… y eso que la historia se basa en el amor trágico.

Para todo el que tenga algo que contarle a Julieta, esta es su dirección:  Julieta Capuleto. Vía Galilei, 3. Verona-37133 (Italia).




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